Empezamos la actividad leyendo varios cuentos de Pomelo donde aparecían semillas y plantas para introducirnos en el tema. Gracias a Pomelo, vimos la importancia del mundo vegetal en nuestra vida.
Seguidamente, vimos el cuento: "¿Todavía nada?", que de una manera muy gráfica y divertida, nos muestra cómo se debe plantar una semilla y cuidarla, al mismo tiempo que, de una manera emocionante, comprobamos cómo el tallo va creciendo hasta llegar a la superficie. Este libro nos enseña el ciclo natural de una semilla y a ser constantes y pacientes, algo que a los niñ@s les cuesta mucho.
A continuación colocamos la tierra en bandejas para manipularla y comprobar su textura, color y olor.
Posteriormente, cogimos las macetas elaboradas a partir de botellas de plástico recicladas y las rellenamos de tierra.
Cogimos semillas de rábano.
¡¡Nos llamó mucho la atención lo diminutas que eran las semillas en nuestras manos!!.
Colocamos las semillas con mucho cuidado en la tierra con la separación adecuada, para luego cubrirlas suavemente con tierra. Finalmente, las regamos con mucha delicadeza.
Al cabo de unos días, al llegar a clase, nos encontramos con una gran sorpresa, ¡¡ las plantas ya nos estaban saludando!!
Después de unos cuantos días más, ya teníamos los rabanitos con nosotr@s.
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